miércoles, 4 de febrero de 2009

Un segundo

Un segundo. Sólo eso. Y pensar que ya no estoy. Así fue mi domingo. Una tarde de domigo rara. No ves toda tu vida pasar, es mentira. Piensas después, cuando estás en tierra firme y tienes las dos piernas para sostenerte en pie, aunque peses como un rascacielos. He pensado en ese viaje de mi vida que aún espera ser vivido, en todo lo que he dicho que ya haría mañana porque hoy es tarde, porque no tengo ganas, los besos y abrazos que no di a tiempo porque no eran tan importantes. Pero ahora lo son. Mucho. Porque estoy aqui. No era mi momento. Me gustaría ir a mi bar porque viajo en bicicleta y lo máximo que podría hacerme es una rascada en la rodilla. Y porque me apetece mucho hablar con Sean, David y Jane de cómo ha subido la marea. Son imperfectos, y me encantan. Jane está loquita por Sean y me chifla mirarlos de soslayo cuando están en al almacén recolocando las cosas. No se atreven a cerrar la puerta y poner el cartel de Don´t disturb...pero lo harán..cuando Sean se de cuenta de que Jane es su encaje en el puzzle de las 1000 piezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario